Clasificaciones de resistencia al fuego exigidas en chimeneas
La resistencia al fuego de las chimeneas de evacuación de productos de la combustión se está convirtiendo en una cuestión polémica debido a algunas diferencias de criterio a la hora de definir las clasificaciones necesarias para cada tipo de instalación.
Principalmente, la gran cuestión es saber cuándo es necesaria una clasificación de fuego interior (i⟶o) y cuándo lo es una de fuego exterior (o⟶i). Simplificando bastante la explicación, los ensayos de fuego interior simulan la situación en la que la chimenea tiene una abertura continua en el local o sector en el que se puede producir el incendio cuya propagación se pretende evitar con esa clasificación. Por el contrario, los ensayos de fuego exterior simulan la situación opuesta en la que la chimenea no tiene aberturas en el local o sector del incendio.
Es por esto que la necesidad de una u otra clasificación depende de que la chimenea tenga o no aberturas en su recorrido por el local o sector que nos exige la clasificación correspondiente. En chimeneas no hay rejillas de ventilación como hay en todos los conductos de ventilación, por lo que la necesidad de una clasificación de fuego interior es muy poco habitual. Los únicos elementos que se pueden considerar aberturas en la instalación son los estabilizadores de tiro (clapetas de entrada de aire para estabilizar el tiro de las chimeneas que funcionan a tiro natural), que son elementos poco habituales en las instalaciones al ser usados solo en aplicaciones muy específicas. Pero están ahí y ese es el motivo de que exista la posibilidad de esa clasificación.
Sin embargo, hay algún fabricante nacional que, sin ninguna base reglamentaria que lo avale y ayudándose de que el CTE no indica explícitamente el sentido de las clasificaciones exigidas, insiste en que ambas clasificaciones son siempre necesarias argumentando la posibilidad de que durante el incendio otro elemento caiga sobre la chimenea creando una abertura en ella y provocando una posible situación de fuego interior (recordemos que todos los productos de construcción deben tener las clasificaciones de resistencia al fuego necesarias en cada caso, con lo que esa posibilidad de que otro elemento caiga en la chimenea no existe). Por otra parte, dispone de sistemas de chimeneas solo con clasificaciones de fuego exterior, que, según su argumentación, no serían válidos en ningún caso (probablemente para no quedarse fuera cuando no consiguen convencer de sus argumentos), creando aún más confusión en todo este asunto ya que en sus presentaciones dice que son válidos en algunas ocasiones, cuando en su documentación dice lo contrario (en los mismos ejemplos).
Desde JEREMIAS nos remitimos al documento DTIE 5.02 “Conductos y sectorización de instalaciones para la seguridad en caso de incendio” de Atecyr. En este documento (escrito por nuestro Director Técnico, Jon Molinos, y revisado y aprobado por el comité técnico de Atecyr) se explican en detalle todos estos aspectos, no solo para instalaciones de chimeneas sino también para conductos de ventilación, extracciones de cocina, compuertas cortafuegos e instalaciones de control de humo de incendio con ejemplos claros y sencillos de cómo hacer el diseño de estas instalaciones y cuales son las clasificaciones necesarias en cada caso.
En conclusión, que mientras hay una empresa que está confundiendo al mercado con planteamientos incorrectos, entendemos que no intencionadamente, desde JEREMIAS apostamos por informar y explicar con total claridad y transparencia lo que indica la normativa al respecto del diseño de instalaciones con resistencia al fuego para intentar facilitar el trabajo a Ingenierías y profesionales del sector, sin buscar argumentos imaginativos para intentar convencer de exigencias normativas inexistentes.